martes, 5 de abril de 2011

Lanzando piedras al río.

(...)

Opté por ir a pie, en vez de coger a Cerradura -al pobre animal le había quedado el nombre como oficial-, por ver si me daba un calambre o algo y moría en el bosque, incapaz de regresar solo a casa. Por suerte, o desgracia, vistos mis deseos, nada de eso sucedió en ningún momento. En una hora llegué al río al que me había caído un mes atrás y me puse a lanzarle piedrecillas sentado a la sombra de un árbol. No quiero que me malinterpreten; no estaba enfadado con el río, sino con la vida. El río era un mero receptor de mi impotencia en forma de tiros tipo béisbol mal lanzados.

Y allí me quedé, como un autómata. Coge piedra. Tira piedra. Coge piedra. Tira piedra. Coge piedra. Tira piedra.

– ¡Ay!

¿Ay? Eso era un elemento discordante en el proceso “coge piedra-tira piedra”. Alcé la vista, puesta ya en el siguiente proyectil, y me encontré con lo que venía siendo la rubia a la que había conocido un mes atrás.

– Lo siento… . Me disculpé con la mismas ganas con las que un alumno recita la lección ante la clase, siempre que no se trate de un alumno modelo al que le encante hacerlo.

Ella me miró estrechando los ojos; no sé si con resentimiento, con miopía o porque sí.

– Hola me dijo con un tono que me hizo decantarme por la primera opción.

Coge piedra. Tira piedra.

(...)

 – Hay más piedras al lado del río, en la orilla…

La miré de reojo y luego miré hacia la orilla. Era cierto, no mentía. Callé unos segundos, pensando.

– … Si entre el agua y yo hay tanta atracción como la que parece, acabaré muriendo bajo su superficie… mascullé, aunque me hubiera gustado poder decirle algo agradable, pues ella era la responsable de que estuviera vivo, al fin y al cabo.

Silencio.

– … Volvería a sacarte si te hundieses… . Pareció dejar la frase a medio terminar.

Con cautela, tras una pausa, me aproximé a la orilla y me senté, tomando una piedra plana. La observé y me planteé el saltar yo mismo al agua, pero luego la lancé y observé, vacío, como rebotaba tres veces y se hundía. Como hubiera hecho yo nada más tocar la superficie...

(...)


Este es un fragmento de la historia que una amiga (Ash) y yo inventamos hace miles de millones de aaaañooos, cuándo aún existían los dinosaurios. He "recortado" un fragmento para que parezca que los personajes se llevan bien (viva la libre manipulación).

En fin... Quién sabe si algún día me da por seguir pasándolo al ordenador (lo tengo en hojas y buf...)

: 3 Un saludo!

6 comentarios:

  1. Chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaamy.
    Bwajaja, gracias a ella tienes un divino final (ven y niegamelo si te atreves). Si es que... Lo mejor de escribirlo entre las dos es que se nota cuando hablan la diferencia (aw, yeah).
    Apuf, algún día (o no) escribiré (o no) su versión... O no xD

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  2. Hahaha, pues me ha gustado mucho xD

    ''¿Ay? Eso era un elemento discordante en el proceso “coge piedra-tira piedra”. ''

    LOL c:

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  3. :3 Agradezco que lo hayas leído (Soy de agradecer las cosas siglos más tarde...)y que te haya gustado >//<

    Si eso algún día te insto a escribir something, my dear Ashie

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  4. e___e

    Escribir... Sam... Uff..
    UFF.
    ¿Sabes lo más gracioso? Que escribo desde tu ordenador mientras cenas, rulz

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  5. D : Eres una invasora!! XD (Y yo tardo mucho en leer las cosas...)

    Pero que comentases desde mi ordenador mientras yo cenaba no era lo peor u.u Lo peor fue que... ¡No estabas estudiando! ¬¬ Eaaaa! XD

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  6. Aahhhhh es la escena de la piedra! xD me gusta la parte de "eso es un elemento discordante en el proceso de recoge piedra tira piedra"

    jo, a ver cuándo me pasas el resto :3

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