Cada día, al levantarme, siento el cansancio despertar conmigo. Es como si cada noche, cuando pierdo la noción del mundo, él se escondiera también para amanecer fresco y cansar más que nunca.
El cansancio ataca sobre todo a los ojos y al corazón: a los primeros haciendo que los sienta secos y doloridos, al segundo con taquicardias y nerviosismo.
Cada vez me siento más cansado. Los cansancios de los días anteriores se suman, creando uno mayor cada vez, uno más y más grande.
Tal vez debería dormir más, aunque, aún durmiendo mil horas seguidas, cada vez es mayor la fatiga que me hace querer acurrucarme en un rincón.
pero que adorable cansancio, me lo imaginé durmiendo junto contigo y amaneciendo al otro día sonriendo por sus bromas privadas que seguramente solo el (y en ocasiones, su dueño) entiende.
ResponderEliminar(me encantó la entrada)
Sí, el cansancio a estas alturas parece un ser perenne o una especie de marca en la piel que ya no te puedes quitar ú_u ains...
ResponderEliminarPor el momento aun me relaja escuchar metal, cuando me moleste la música, será el límite...
Espero que no hayas alcanzado ese grado tampoco
Arriba, que sea lo que sea, acabará en unas semanas...
Me alegra que te haya gustado, Centinela : 3
ResponderEliminarDoc, tienes razón u.u... Pase lo que pase, solo quedan unas semanas más. No puede ir mucho peor, así que ánimo! : 3