viernes, 31 de diciembre de 2010

Y se acaba el año!!

Yo acabo de limpiar el baño, así que me quedo con un recuerdo de lo más... En fin...

Como llevo poco más de un mes con este blog no tengo mucho que rememorar, pero... puedo rellenar vacío con pensamientos. Algo es algo. Tal vez alguien lo encuentre mínimamente entretenido, no lo sé.

El año se acaba en menos de dos horas. Hoy ha sido (está siendo) el Fin de Año máaaaaaas normal de mi vida hasta la fecha (lo cuál lo convierte en raro). En primer lugar, he tenido entrenamiento de kendo (2 horas ahí, con el shinai (esto es un shinai: shinai)). En segundo lugar... ... Nada. Solo eso. Por otra parte, lo de estar a las 10 de la noche (ahora son las 10 y 5) en el ordenador sí es propio de mis fines de año, así que...

Me voy a cenar...

Y ya son las 11 y 2. Queda poco, huh...

Este año ha sido raro... Pero bueno... Peor pudo ser. Lo cierto es que tampoco tengo mucho de qué quejarme, ya que casi todo lo malo me lo busqué por mi cuenta XD

Ahora llega el 2011. El 11, la verdad, no me dice nada. No es ahí... Un número que me haga decir "síi~~, 11", pero hay que aceptar el orden numérico establecido... Como todos los años, la familia cena en casa, aunque este año solo estamos mis padres, mis abuelos y yo. Mi madre tiene gastrointeritis. Mi abuela también (esta malita, pobre) y mi tía, que no vino porque vive en otra ciudad. Vamos... Que con un poco más de mala pata, esta noche la familia satura urgencias.

De nuevo, a comer uvas. Doce. Doce uvas que yo, por mi part, no me trago. Las acumulo en mi boca, siendo cada vez más difícil meter otra, y espero a que suenen las doce campanadas para correr a echarlas en algún sitio. Es que... No soy alguien que pueda ingerir a tal velocidad, lo siento... Una uva por segundo es demasiado para mí.

Dentro de un rato (después de las campanadas, claro), vendrán mis padrinos y algunos familiares más (si no estamos en urgencias (esperemos que así sea)). A ver si la cosa se anima entonces (aunque... no sé yo). Si algún amigo que viva cerca me dice de dar un paseo ya sería lo máximo (si ellos leyeran este blog tal vez habría una ínfima posibilidad de que esto pasara...)

Por cierto... ¿Qué propósitos tienes para este 2011? Yo, como creo que eso de "esforzarme más" ya lo he dicho muchas veces y... aún no lo he hecho, voy a optar por un... ¡Este 2011 voy a lanzarme sobre ti!
Ese es mi propósito. Lo comentaré con más detalle si logro violar a cierta persona juasjuas. Hasta entonces, solo un par de desafortunados lo sabrán (pobrecillos, que me tienen que aguantar).

¡Pasad un feliz día de Fin de Año! Y, para los fiesteros... >.> Si bebes no conduzcas... XP

Transacción.

Faltaba poco para que el reloj diera las doce.
Faltaba poco para que todo acabara.
Sus propósitos para aquel año estaban más que claros: Olvidarla y seguir adelante.
Tal vez enamorarse de nuevo.
Tal vez cambiar su peinado.
Faltaba cada vez menos.
Los segundos pasaban.
Y los minutos.
Y la primera campana sonó.
El móvil vibró sobre la mesa.
Era un mensaje.
Un mensaje de ella.
Ella le recordaba que existía con aquel mensaje.
La maldijo.
Se maldijo.

Lo maldijo todo, no obstante, de pronto era inmensamente feliz.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad 2010!!


Que ya queda poco tiempo para decir esto sin que pierda sentido, así que, bueno... Que me hace ilu publicar una entrada navideña. Algo alegre, para variar XP

En unas horas partiré hacia mi pueblo, aldea o cómo gusten... Allí hace un frío que pela, pero, como siempre que vamos allí, no ha nevado. En mi aldea solo nieva cuándo no voy. Si va a hacer frío, al menos que nieve, que vivo al lado del mar y nunca veo un manto blanco cubriendo nada.

Mi aldea está perdida en Orense, cerca de Ribadavia, y no hay casi nada. Creo que "casi nada" es mucho decir... Pero la casa que tienen allí mis abuelos es grande y el día que logre llevar allí a algunos amigos a dormir un fin de semana será como megahipergenialosísimo (o algo así).

Cada año la familia se va allí a pasar Nochebuena y Navidad, aunque esta vez pasaremos también el domingo (que también debería ir con mayúscula por ser considerado, por mí, fiesta a nivel nacional o, incluso, mundial).

Después de cenar todos juntos, pasar un frío impresionante todos juntos, tener a mi hermano al lado pidiendo que juguemos a Misterios de Pekín todos juntos (no volvimos a llevar el Monopoli desde el año en el que nos dió por jugar en serio) y despertar a la familia el día 25 bien tempranito para mantener la magia de Navidad despierta ya de madrugada... Después de todo eso toca recibir a algunos familiares cuya vinculación contigo no está del todo clara y mandar ochenta millones de sms navideños esperando a que algún amigo me de conversación. No suele pasar, pero es que acostumbro a ser la única que pasa Navidad sin internet de entre mi selecto grupo de amigos.

He visto que me van a regalar unos calcetines, así que espero impaciente a ponérmelos (?). Santa Claus siempre sabe lo que quiero. Es como... ... Como si... Como si me hubiera parido u.u

Bueno, chicos y chicas (que no se diga)... Que os deseo a todos unas felices fiestas en este año de crisis, inundaciones, crisis, crisis... Que, aunque todos piensen lo contrario (?), la Navidad no está en los regalos, ni en el turrón o en los polvorones. Creo que todos estamos de acuerdo en que la Navidad no está en las uvas pasas tampoco, que no sé por qué las siguen fabricando...

A los que Santa os traiga todo lo deseado... Dejad de sonreír tanto ¬¬... A mí ya me han regalado algo fabulosísimamente orgásmico este año, ¡y es que la ley Sinde no ha sido aprobada en el Congreso! Si ahora la rechaza el Senado, habré recibido también mi regalo de Reyes.

En fin, personas... ¡¡Feliz Navidad!! (Y el año nuevo para otro post : P)



Por cierto... Os regalo a todos un poco de muérdago para que lo pongáis en la puerta de casa. Quizá algún suertudo pueda dar un beso bajo el muérdago. Yo creo que voy a tener que esperar a la próxima Navidad...
No me quejaré, que, como suele decirse, al menos tengo salud.

Monstruos, sombras y palabras.

Recuerdo una periodo, aunque ya no recuerdo hace cuánto exactamente, durante el cual me encontré bastante mal (no diré "muy" porque siempre hay gente que se siente peor que uno y no pretendo aquí montarme un melodrama). Digamos que soy así de ombligocéntrica y, pese a que los motivos no eran del todo justificados para tamaña reacción, a mí me afectaron lo suficiente como para ahora recordarlo y sentir que realmente estuve bastante mal tras aquello. De todas formas, nadie debería soltar eso de "no te quejes que no es para tanto" en ciertos temas, porque cada persona se los toma a su manera, dependiendo de muchas cosas psicológicas, físicas, químicas y todo eso. ¿Qué es un "motivo justificado"?

Me estoy enrollando.

Estoy hablando de un breve momento de mi vida que mi mente tacha prácticamente de horrible. Por suerte, no duró mucho...

La cuestión... ¿Qué has de hacer en esos momentos en los que te encuentras mal casi todo el día y ni te das cuenta? Hay quién dice que hablando uno se desahoga y se siente mejor... No sé. Yo me siento mejor hablando, pero ¡vaya si hablaba! Y pese a hablar y hablar... e incluso llegar a pedir ayuda profesional (loca cof cof)... lo solucioné yo misma.

Un día en el que me sentía especialmente de capa caída, me senté frente al ordenador y me puse a escribir. Es cierto eso de que la inspiración suele fluír como un río en época de lluvias cuándo estás simplemente asqueándote de tu propia vida, y preguntad a los escritores del Romanticismo sino (esos sí que sabían). Al menos mis pensamientos sí salieron... en forma de monstruos, sombras y palabras. Escribí hasta sentir que, en ese momento, lo había dejado todo lo suficientemente claro.

Al leerlo de nuevo, me estremecí. Si lo leyera ahora, el efecto sería menor, pero entonces me estremecí. Luego, como si aquellas horribles sensaciones se hubieran mudado al papel, comencé a sentirme mejor.

Ahora, cuándo me siento mal, lo traduzco a palabras. A veces son simples frases, otras veces son relato, llegando a palabras sin organización o sentido que solo nombran conceptos caóticos. Luego me siento vacía, aliviada, en calma.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

El Ruiseñor y la Rosa.

Una vez hice un favor al mago más poderoso del mundo. Él, buen amigo mío desde que era niña, me ofreció entonces un ruiseñor y una rosa. Yo, curiosa, pero segura de que aquellos no eran seres normales, le pregunté qué tenían de especial.

- No hallarás en el mundo rosa cuyo delicioso perfume supere al de esta, ni encontrarás ave cuyo canto deleite de mayor forma que el de este ruiseñor.

Me acerqué entonces a la rosa, con intención de olerla, y el mago me miró.

- Solo puedes elegir a uno de los dos, no obstante -dijo con voz áspera-. ¿Has decidido que lo que deseas es la rosa?

Me eché un poco hacia atrás para mirarlo confusa. Él sonrió, ligeramente cetrino.

- Olvidaba decirte que deberás elegir cuál de los dos regalos deseas sin haber olido la rosa o escuchado el canto del ruiseñor.

Observé a los dos seres.
 La rosa, de aterciopelados pétalos carmesí, fuerte tallo esmeralda y afiladas púas parecía llamarme con cierta sensualidad. El imaginar su aroma no me bastaba. Necesitaba aspirarlo y comprobar por mí misma lo delicioso que era.
El ruiseñor, tal vez de apariencia menos atrayente, pero grácil, sin embargo, también me atraía. Él no tenía nada con qué herirme, y me parecía más cálido, tal vez por su capacidad para cantar. También deseaba con fervor que su canto me meciera.

- Puedes pensar un tiempo -me dijo el mago, viéndome confusa -. Cuándo decidas qué regalo deseas, tóca a ese ser. El otro desaparecerá.

El ruiseñor se posó sobre la rama más baja de un sauce; la rosa fue plantada bajo la misma. Ambos seres estaban tan cerca que fantaseé con tocarlos a ambos a un tiempo, pero sabía que mi amigo no dejaría que me quedara con ambos ni haciendo eso. Tal vez solo me arrebatara a los dos seres.
Pasé el resto del día observándolos. Primero a uno y luego al otro, al ruiseñor y a la rosa, pero sin tocarlos. El ave parecía apacible y tranquila mientras me observaba. La rosa, más salvaje, amenazaba con sus espinas al que osara acercarse.

Cuándo cayó la noche decidí retornar a mi hogar. Allí podría pensar tranquilamente qué debía escoger. De esa forma, al regresar junto a los dos seres, no me echaría atrás en cuánto mi mano se extendiera al que ansiaba.
De solo imaginar que al aceptar a uno rechazaría al otro, mi estómago se revolvía y tenía que comenzar de nuevo con la elección.

Primeró elegí a la rosa, por sus colores atractivos. Luego al ruiseñor, porque parecía más vivo. Tal vez la elección fue al revés. Durante mucho tiempo mi cabeza vaciló entre uno y otro. Cambiaba de idea a cada instante, replanteándome cuál de los dos seres era el adecuado. No era capaz de decidir a cuál abandonar, pues ansiaba lo que me ofrecían ambos.
Tras mucho tiempo reflexionando, sintiéndome más confusa a cada segundo, decidí que regresaría junto a ambos seres y tomaría al primero que eligieran mis ojos.

Caminé, contenta, pensando que al menos obtendría una de aquellas dos maravillas. Alcancé el sauce y sonreí al pensar en lo poco que faltaba para hacerme con ella...

Y de pronto no había ruiseñor. Y de pronto no había rosa. Y de pronto solo estaba yo.

Tal vez él había volado. Tal vez ella se había marchitado.

Y de pronto comprendí que no era yo quién escogía. Ruiseñor y Rosa... Ninguno tenía por qué ansiar un lugar a mi lado, por mucho que, de pronto, no hubiera espacio para nada más en mi cabeza.

martes, 21 de diciembre de 2010

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ahogarse en mariposas.

Ahogarse en mariposas.


Mis manos apenas pueden tocarte por unos segundos sin resultar reveladoras. Solo un roce que parece accidental significa para mí mucho más de lo que puedas imaginar, aunque no lo veas. Entonces te giras y me sonríes, aparentando diversión.

Y me pierdo.

Al observarte mi mente parece alejarse de mi cuepo, unida a él por poco más que un fino hilo que la hace regresar cuándo tus ojos interceptan a los míos. Mientras flota solo te veo, pero sin verte, alegrándome de ese simple "contemplarte" en el que no soy consciente de las presencias que te rodean. Ni de mí.
Tu mirada me recuerda que el tiempo pasa y vuelvo a la consciencia de lo demás. Entonces me sonríes.

Y me pierdo.

Nunca sales en mis sueños. Siempre hay otros rostros, otros cuerpos y otras voces que no son tú. Me despierto y los recuerdo mientras puedo, antes de que se disuelvan en pensamientos más densos. Luego, al regresar mi mente a ti, reapareces con más fuerza que el día anterior. A veces duele y otras parece como si todo fuera mucho mejor de lo que ha sido nunca. Entonces tú no estás para sonreírme.

"Ya sabes que existo, ¿cierto? Ya lo sabes."

Y entonces sonrío.

Itoshii hito. Miyavi.

Itoshii Hito


Querida... No llores. Muéstrame tu sonrisa.
No te dije "me gustas" viendo tus lágrimas, ¿cierto?

Querida... Está bien. No estás sola.
¿No estoy también sola cuándo tú lo estás?

Querida... No abras todavía tus ojos cerrados...
Así... Así... Pero no te quedes dormida...

Querida...

No es que vaya a morir por ti, sino que viviré para ti.
Así es. Estaremos juntas por siempre y siempre.

¿Puedes darme a mí ese amor que te sobra?

Querida... Querida...

Incluso si naciéramos de nuevo
yo seguiría siendo "esto" y tú "eso.
Y, entonces, repetiría las mismas palabras.

Siempre. Siempre. Siempre.
Siempre. Siempre. Siempre.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Esperando...


De nuevo radiante...

De nuevo sonriente...

Pero...

¿Hasta cuándo?

No estoy triste. Solo espero.



martes, 7 de diciembre de 2010

A comer ramen!!

Hoy he quedado para comer ramen. Es una cita amistosa como otra cualquiera, o mejor, porque hay palillos y sorbidos de por medio. El sorber juntos une mucho a le gente.
Es la una de la tarde y todavía no he hecho la cama (ni comprado la comida...), y eso que sé que he de hacerlo, pero... Me gusta tan poco... Eso de tener que agacharme con la espalda hecha polvo (y solo 17 añitos... Es una pena...) me resulta tan incómodo. Con cada movimiento que hago escucho como, inexplicablemente, una parte de mi cuerpo (en especial la espalda, pero a veces también pasa con las rodillas y la cadera) deja caer un crujido horroroso así, como quién no quiere la cosa. ¡¡Ni aún con esas voy a dejar kendo ahora que al fin me voy a poner la armadura!!

Últimamente me apetece escribir algo con amor entre chicas. Huum... Debería hacerlo, que es malo que un escritor se guarde sus ansias. Seguro que acaba explotando y manchándolo todo de vísceras. Uggh.

Y al mirar a la izquierda me percato de que mi cactus, Castaña, tiene cada vez las púas más rojas. No creo que usar permanente rojo con un cactus sea bueno para su salud. Supongo que he de decirle a mi hermano que Castaña no es comunista.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Por un tiempo...

Ayer nos dimos un tiempo y me siento extraña. ¿Un tiempo? Ni siquiera sé de cuánto hablamos ni lo que debo hacer mientras transcurre. Se me ocurren cosas que me suenan a traición, pero, ¿lo serían? Y no sé si estaba más perdida ayer o hoy, aunque hoy me siento diferente... No sabría explicarlo, o me llevaría demasiado espacio para hacerlo a gusto.
Fue un acuerdo mútuo, o eso nos dijimos al menos, así que debería tacharlo de correcto. Fue la decisión del que no sabe qué hacer. No teníamos otra posibilidad o, por lo menos, eso acordamos. No sé si llorar en un momento como ese es correcto, pero ni habiendo querido evitarlo lo hubiera hecho. Llorar no es malo, ¿cierto?
Ahora aquí estoy, frente al ordenador, escribiendo, con la compañía de nadie, sintiendo una extraña soledad en el pecho, pero libre. Mi cara, de póker, por no saber elegir entre la risa o la tristeza, me resulta tan poco emotiva que me pregunto si no será otra persona la que escribe esto. Mi cerebro funciona despacio, cansado, pidiéndome que vuelva a la cama y duerma.
La lluvia golpea la ventana. Mi pierna se mueve arriba y abajo, inquieta, nerviosa. Un anuncio televisivo resuena desde el salón.
Pero no hay nadie aquí excepto yo, las palabras, la soledad, la recién obtenida libertad y una amarga sonrisa que, repentinamente, se dibuja en mis labios.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Entre física y metafísica...

...me cojo un descansillo.
Ese chiste (Es un chiste, sí; o eso dicen) lo hizo un compañero de clase hace unos días, cuándo todos nos enteramos de que mañana, hoy, es decir -ya son las 2 de la mañana, al fin y al cabo -, tendríamos los exámenes de filosofía y física.
Física y metafísica. Suena a programa televisivo sobre misterios tipo Cuarto Milenio, o algo así... Aunque a mí, personalmente, esto me da miedo de verdad.

Entre Aristóteles y los péndulos que oscilan un ángulo no mayor de 18º (no, no, no) o las ondas que se suman o se contrarrestan dependiendo de en qué momento se encuenten, hago una pausa para pararme a pensar en por qué dejo siempre las cosas para el final.

Asdf... No voy a ponerme a decir lo que me pesan los párpados en estos momentos porque no procede, pero juro que no cumplen la ley de la gravedad. ¡Ey, mira! Mientras escribo, repaso...


Aristóteles fue discípulo de Platón durante 20 años y lo único que sacó en claro de eso fue que no estaba de acuerdo con su maestro. Para que luego digan... Si es que nunca es tarde para corregir el camino que uno lleva. Aunque, no seamos malos, que en la filosofía de Aristóteles hay alguna que otra huella de Platón... Y es que dos décadas son dos décadas...

No sé si es la hora y mi cabeza no rige o si, simplemente, esto me supera, pero...
"[...] así también “algo que es” se dice en muchos sentidos, pero en todos los casos en relación con un único principio: de unas cosas [se dice que son] por ser entidades, de otras por ser afecciones de la entidad, de otras por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o agentes productivos o agentes generadores ya de la entidad ya de aquellas cosas que se dicen en relación con la entidad, o bien por ser negaciones ya de alguna de estas cosas ya de la entidad.
[...]"
Creo que, en serio... No puedo con esto XD

Buenas noches...